miércoles, 22 de diciembre de 2010

Costumbres curiosas en distintos países para recibir con suerte 2011

La tradición en España marca que hay que tomar doce uvas coincidiendo con las doce campanadas que despiden cada año. Si además se lleva ropa interior de color rojo y se brinda con cava y algo de oro en la copa, todo irá fenomenal.
 
Japón. Nada de 12 campanadas. Hasta 108 veces tañen las campanas de los templos japoneses para conmemorar la llegada del nuevo año. Se trata de una tradición cuyo objetivo es liberar del mal el período que empieza: cada campanada hace referencia a un deseo terrenal que hay que mantener alejado.

Italia. Se despide el año comiendo muchas lentejas, cuantas más se coman mejor será el año. Ellos fueron los primeros en proponer que las mujeres deben llevar lencería roja.

Dinamarca. Los daneses muestran el aprecio por sus amigos lanzando ante sus casas los platos viejos que han ido acumulando durante el año. El número de buenos amigos que uno tenga será proporcional al montón de platos rotos que encuentre en su puerta.

Colombia. Hay que recibir la medianoche de pie y dar un portazo cuando suenan las doce para alejar de la casa a los malos espíritus.

México. Los mexicanos aseguran que pasearse esa noche con una maleta favorecerá los viajes en los meses siguientes.

Rusia. Para los niños rusos, el Año Nuevo viene a ser como la Navidad para la mayoría de los niños europeos. Y es que ese día pasa por sus casas el Abuelo del Hielo, una especie de Papá Noel.

Alemania. Aquí nació el primer árbol adornado en 1605, al Reino Unido solo llegó en 1829. En la noche de fin de año es costumbre dejar algo de comida en el plato para asegurarse prosperidad en el año nuevo.

Argentina. La tradición manda despedir el año con fuego, por lo que se construyen muñecos de madera, tela y papel para luego quemarlos, como un rito purificador, una forma de deshacerse de todo lo malo que trajo el año que acaba.

Australia. A los australianos les gusta recibir el año con ruido. Cuando el reloj marca la medianoche, por doquier empiezan a oírse silbidos, bocinas de coche, palmadas y campanadas.

Brasil. Aquí se despide el año, si se puede, en las playas, vestidos de blanco, saltando sobre siete olas y depositando barquitos con velas en el mar.

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